lunes, 21 de enero de 2013

Eragon

El legado I. Eragon

El viento bramaba en plena noche transportando un aroma que cambiaría el mundo. Sombra alzó la cabeza y olisqueó el aire. El ser, de elevada estatura y de aspecto humano salvo por el pelo carmesí y los ojos de color granate, parpadeó sorprendido. El mensaje era correcto: estaban allí. ¿O era una trampa? Sopesó las posibilidades y dijo fríamente...
Si quieres saber si  a los úrgalos les han tendido una trampa, lo puedes descubrir leyendo este sorprendente libro.

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